Dieta Saludable

Dieta y nutrición

Todos sabemos que nuestros hábitos condicionan nuestra salud en cualquier etapa de la vida. Es muy importante que cuidemos siempre nuestro modo de vivir, así como el ejercicio y la dieta que realizamos, para poder mantener nuestro organismo en un equilibrio lo más perfecto y sano posible.

De todas maneras, auque siempre hemos de cuidarnos, como todos sabemos, hay etapas de la vida en las que hemos de tener especial cuidado de nuestro metabolismo (infancia, embarazo, enfermedades, vejez…).

La tercera edad (ancianidad o vejez), es la etapa de la vida que, según convenciones internacionales, empieza a la edad de 65 años, y en la que se producen cambios físicos, psíquicos y sociales representativos. Debido a estos cambios, los ancianos sufren un aumento del riesgo de desnutrición, y por tanto aparición de enfermedades. Es por ello la importancia que tiene en esta etapa de la vida llevar una buena y adecuada dieta, con el fin de mejorar la calidad de vida.

Como acabamos de señalar, las personas de la tercera edad pasan por una serie de cambios, que afectan a su estilo de vida y que influyen en la aparición de la desnutrición. Los cambios responsables de la desnutrición son: disminución de la actividad física, disminución de la masa muscular, aumento del porcentaje de grasa, debilidad ósea, disminución de agua corporal, cambios en el gusto, olfato y oído, disminución de la capacidad para digerir y absorber nutrientes, disminución de piezas dentales, hipertensión arterial, excesiva pérdida de electrolitos en la orina, etc.; aunque también influyen, tanto o más,  los cambios psíquicos y sociales como el aislamiento y la depresión que condicionan de manera brutal en la degeneración del organismo en los ancianos.

Toda esta cantidad de serios cambios afectan de forma directa en la calidad de vida de los ancianos, y por tanto, es de vital importancia la modificación de la dieta y el estilo de vida de estos, para poder compensar las carencias nutricionales consecuencias de la edad, y de este modo disminuir los riesgos de desarrollar trastornos, tanto físicos como psíquicos.

A continuación expondremos una serie de recomendaciones saludables que ayudarán a gozar y mantener un buen estilo de vida.

Recuerda siempre que una dieta equilibrada debe estar acompañada siempre con un buen mantenimiento físico: descanso/sueño adecuado, ejercicios suaves y participación en actividades sociales.

Recomendaciones Dietéticas:

Antes de nada debemos recordar que previamente a cualquier recomendación dietética, es importante conocer el peso ideal de las personas mayores de 65 años, obteniendo su Índice de Masa Corporal (IMC), el cual podemos calcular nosotros mismos de este modo:

IMC = (Peso en Kg. /altura en m2) para personas > 65 años

Para lograr una buena nutrición, adaptándose a las necesidades dietéticas de los ancianos, en relación con la actividad física y algunas situaciones especiales, se recomienda lo siguiente:

  • Consumir preferentemente carnes blancas como pollo o pescado.
  • Consumir frutas, legumbres y verduras frescas. Deben tener un papel esencial en nuestra dieta diaria.
  • Disminuir el consumo de azúcar y dulces elaborados.
  • Evitar el consumo de alimentos precocidos, congelados, fritos. Cocinar a la plancha, hervido, asado, etc.
  • Evitar el consumo de todo tipo de grasas de origen animal como la mayonesa, mantequilla o tocino; aumentando el consumo del de origen vegetal como el aceite de oliva.
  • No a la sal. Sí al sabor. Es importante que los alimentos estén bien condimentados porque comer es un placer a cualquier edad y precisamente a edades avanzadas, en las que es habitual el incómodo consumo de medicamentos. Añadiendo especias como el tomillo, el romero o el laurel, daremos sabor a nuestros platos a la vez que prevenimos la hipertensión.
  • Evitar el consumo excesivo de gaseosas, café y picante.
  • Bebe al menos dos litros de agua al día (de 8 a 10 vasos de agua). Aunque no tengamos sed, es imprescindible que nos protejamos ante una posible deshidratación. Además, bebe leche, zumos e infusiones que te aportarán una ración extra de nutrientes, proteinas, calcio…
  • Se debe fraccionar los alimentos en 4 o 5 comidas diarias, siendo la ultima ligera.
  • Un elemento importante en la dieta de los ancianos, es el consumo de hierro, siendo lo recomendado entre 10 – 15 mg por día.
  • Los lácteos son nuestro mejor aliado contra la osteoporosis. Leche, quesos, yogurt… Si son desnatados, mejor.

¡Recuerda que nunca es demasiado tarde para hacer cambios saludables en nuestra vida!

Redacción: AGB
Fuente fotográfica: www.dietasparabajardepeso.com; www.nutricion.pro
Fuente información: www.tercera-edad.org

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