La primera recomendación es cambiar la bañera por un plato de ducha, ya que es mucho más accesible, seguro y mejora el bienestar del usuario al no tener que levantar la pierna, como lo hace al acceder a la bañera.
Si no vamos a hacer obras, recomendamos siempre utilizar un asidero para entrar a la bañera y otro en la parte interior de ella. Siempre con la medida que más comodidad le proporcione al usuario (mejor largo que corto ya que nos da más juego).
Los asideros pueden ser de nylon, ABS, acero inoxidable o acero pintado. En muchos casos se escogen por su estética, pero los más recomendados son siempre los fabricados con materiales plásticos como es el ABS o el nylon y con la superficie estriada, ya que son los que dan mas adherencia, más cálidos que los metálicos, no hacen saltar la chispa en caso de la electricidad estática y son fáciles de colocar. Las soluciones de acero inoxidable o acero pintado, pueden parecer de más calidad, pero son fríos al tacto y en ocasiones pueden hacer saltar la chispa a quien los toca si va cargado de electricidad estática.
También existen de nylon completamente lisos, pero no se recomiendan ya que pueden resbalar. Existen soluciones con ventosa, pero no son recomendables si no son productos completamente homologados y con certificación de uso para la seguridad de las persona, pues hay muchos sistemas con ventosa en el mercado que no cumplen las normativas necesarias y acaban causando importantes accidentes al no soportar el peso de la persona tras varios usos.
La mejor solución es colocarlos directamente atornillados a la pared, la cual cosa se recomienda que sea hecha por un profesional para evitar agujerear algún tubo de agua o encontrarse con la línea eléctrica.
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