Recomendaciones Nutricionales Para Personas Mayores

Recomendaciones nutricionales para personas mayores

El envejecimiento conlleva cambios fisiológicos que afectan diversos aspectos de la salud, incluida la nutrición.
Mantener una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades específicas de las personas mayores es esencial para promover la salud y prevenir enfermedades relacionadas con la edad.

Queremos hacerte unas recomendaciones nutricionales clave para personas mayores, destacando la importancia de una alimentación adecuada en esta etapa de la vida.

Ingesta adecuada de nutrientes

  • Proteínas
    La cantidad de proteínas es crucial para mantener la masa muscular, huesos fuertes y la función inmunológica. Fuentes de proteínas magras incluyen carnes magras, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos bajos en grasa.
  • Calcio y vitamina D
    Esenciales para la salud ósea. Productos lácteos, pescado y alimentos fortificados son buenas fuentes.
  • Fibras
    Contribuyen a la salud digestiva y pueden encontrarse en frutas, verduras, granos enteros y legumbres.

Hidratación adecuada

  • La deshidratación puede ser más común en personas mayores.
    Se recomienda un consumo adecuado de agua y líquidos, especialmente en climas cálidos o durante la actividad física.

Control del tamaño de las porciones

  • Las necesidades calóricas pueden disminuir con la edad debido a la pérdida de masa muscular.
    Controlar las porciones ayuda a mantener un peso saludable y evita el exceso de calorías.

Variedad y color en la dieta

  • Consumir una amplia variedad de frutas y verduras de diferentes colores proporciona una gama completa de nutrientes y antioxidantes beneficiosos para la salud.

Evitar el exceso de sodio y azúcares añadidos

  • Reducir la ingesta de alimentos procesados y optar por opciones más saludables ayuda a mantener la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre bajo control.

Suplementos nutricionales

  • Consultar con un profesional de la salud para determinar si se necesitan suplementos, como vitaminas o minerales, para cubrir posibles deficiencias.

Adaptación a cambios en el apetito o la capacidad de masticar

  • Ajustar la consistencia de los alimentos o explorar opciones más suaves si hay dificultades con la masticación.

Monitoreo de la salud nutricional

  • Realizar revisiones periódicas con un profesional de la salud o un dietista para evaluar y ajustar la dieta según las necesidades individuales.

Fomentar una alimentación saludable en personas mayores no solo contribuye a la prevención de enfermedades, sino que también mejora la calidad de vida.
Al seguir estas recomendaciones nutricionales y adaptarlas a las necesidades individuales, las personas mayores pueden disfrutar de una dieta equilibrada que respalde su bienestar a medida que envejecen.