El estatus social y la educación factores que influyen en el envejecimiento del cerebro
El arquetipo de los antiguos sabios, apreciados por su conocimiento y buen juicio, continúa siendo la aspiración de muchos al llegar a la vejez. No está claro si aquellos ancianos fueron capaces de detener el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento.
Un grupo de investigadores ha registrado y analizado la actividad cerebral de 100 personas adultas sanas con diferentes niveles de habilidades cognitivas y han descubierto algunos patrones de actividad cerebral asociados a un mejor rendimiento cognitivo.
Los resultados han demostrado en los participantes que con un mejor rendimiento cognitivo tienen una actividad cerebral diferente. El equipo desarrollo un nuevo método para comprobar la evolución del funcionamiento del connectoma funcional del cerebro durante un periodo de tiempo largo
Joana Cabral, una de las investigadoras del proyecto, explica que «utilizando este nuevo método podemos caracterizar de forma eficiente el repertorio de los estados de la red que el cerebro humano explora durante el descanso», y añade que «por primera vez hemos podido demostrar que el rendimiento cognitivo en la vida adulta se relaciona con el panorama dinámico de los estados de la red cerebral, que se configura a lo largo de la vida por factores como la educación, el estatus socioeconómico o incluso en función del estado de ánimo».
Los connectomas funcionales de aquellos que colaboraron en el estudio obtuvieron peores resultados, cambiaron de manera más errática entre diferentes configuraciones de redes neuronales. Por otra parte, los que obtuvieron buenos resultados fueron capaces de mantener patrones de conectividad específicos durante más tiempo.
Estos resultados proporcionan nuevas evidencias que vinculan la cambiante dinámica del connectoma funcional con el rendimiento cognitivo en la etapa de vejez reforzando así el papel funcional de la actividad espontánea en el cerebro.
Para acabar, en una época en que la medicina moderna hace aumentar la esperanza de vida hasta llegar a los límites de nuestro organismo, uno de los principales retos de la neurociencia es comprender la raíz del declive cognitivo y, en cierto modo, ayudar a disociarlo del proceso de envejecimiento natural.
